Sección 121

1

A. En la sesión de abril de la conferencia de 1885, mientras se estaba considerando el sostenimiento de los oficiales de la Iglesia, tema que constituía la orden especial del día 11, cuando David H. Smith, segundo consejero al presidente, fue presentado, surgió la pregunta de si se había recibido alguna comunicación al respecto.

B. El Presidente de la Iglesia contestó: “La voz del Espíritu dice que David H. Smith sea relevado. Se halla en mis manos”.

2

A. Cuando el concilio de los Doce Apóstoles fue presentado, surgió de nuevo la pregunta “¿Se ha recibido alguna información referente a dicho concilio?”

B. El Presidente José Smith III contestó: “La voz del Espíritu dice que por el presente se sostenga a Edmundo C. Briggs. Jason W. Briggs y Zenas H. Gurley están en vuestras manos, para aprobar o desaprobar según lo que dicte la sabiduría. Tened misericordia, porque quien es misericordioso recibirá misericordia”.

3

El 14 del mismo mes, en el octavo día de sesiones, cuando se estaba considerando la misión del anciano Edmundo C. Briggs, la siguiente instrucción fue presentada como la voluntad del Señor con respecto a la misión de Chicago, sobre la cual habían surgido algunas dificultades:

4

A. “Es mi voluntad que mis siervos ya no disputen más los unos con los otros respecto a la congregación de Chicago. Que se instruya a la congregación para que dé cuenta a la conferencia de mis santos en el distrito donde la congregación se halla situada, el distrito del norte del estado de Illinois.

B. Mis siervos, los ancianos, en sus idas y venidas por allí, harán obra en la ciudad cuando el tiempo y la ocasión lo permitan, para que mi pueblo de allí pueda verse fortalecido y animado.

C. Y esto debe ser satisfactorio a los ancianos encargados de la congregación y del distrito, los cuales deben estar siempre dispuestos a ayudar en este ministerio; y sin celos por ambas partes”.

5

A. El párrafo siguiente, recibido también en 1885, ha sido añadido siguiendo las instrucciones de la conferencia de 1894.

B. “Mis siervos de los Setenta pueden escoger a siete de entre ellos; de dicho número formarán parte aquellos que ahora ya son una parte de los siete presidentes de los Setenta; y formarán la presidencia de los siete presidentes de los Setenta tal como provee mi ley”.

6

A. Lo que antecede fue aceptado como instrucción correcta, y la conferencia dictaminó sobre ellas en calidad de tal; pero la palabra que se había recibido no fue presentada a los concilios, ni éstos dieron su dictamen al respecto, como es la costumbre usual de la Iglesia en lo referente a las revelaciones recibidas para la dirección de la Iglesia.

B. Se incluye aquí porque todos le dieron su asentimiento, como respuesta a sus oraciones, y en los asuntos a que alude ha de ser considerada terminante.