A los Concilios, Órdenes Sacerdotales de la Iglesia y a la Conferencia General:
1
A. Cuando estuve en Inglaterra en 1952 recibí la certidumbre de que Donald V. Lents, un sumo sacerdote, era llamado a ser apóstol.
B. Ahora hay una vacante en el Concilio de los Doce Apóstoles, y dándome cuenta de la gran necesidad que existe de ministerio y dirección apostólica, la he convertido en el objeto de mis oraciones, y me siento instruido para que os someta este nombre, ya que la voz de la inspiración divina se dirige a mí, diciendo:
2
Mi siervo Donald V. Lents tiene el llamamiento y se le escoge ahora al santo oficio de apóstol, y ha de ser ordenado a este oficio tan pronto como sea factible. Entretanto, ha de ser puesto al cargo de la Misión Inglesa y la Misión Europea.
3
A. La voz de la inspiración divina también me dice lo siguiente: Es según mi sabiduría que la Iglesia acepte la dirección del Concilio de los Presidentes de los Setenta y complete su organización. Mis siervos de este concilio no deben ser demasiado cautelosos en seleccionar de entre los ancianos, conforme a la ley, para que sean ordenados como Setentas.
B. Las oportunidades en nuevos lugares son grandes por todas partes, y hay muchos que desean sinceramente servir en la obra misionera que son llamados a ser Setentas, y cuando estén ordenados a aquel oficio, la Iglesia debe hacer planes y proveer los medios, tanto cuanto sea factible, para que se les dé asignación misionera.
4
El anhelo creciente de servir en la obra misionera será ampliamente recompensado, y la Iglesia será bendecida aun más que en el pasado.
Israel A. Smith
Servidor de la Iglesia
Independence, Estado de Missouri, EE.UU.,
el 7 de abril de 1954