Sección 153

Durante los meses pasados, he contemplado repetidas veces el cargo que iba a ser mío, y consideré la posibilidad de que mi inexperiencia o falta de adecuación, pudieran privar a la Iglesia de la dirección espiritual que de otra manera recibiría de su profeta.

Este sentimiento de limitación para un puesto tan importante, persistió mientras buscaba diligentemente, por medio de la oración y el ayuno, conocer el designio y voluntad de Dios referentes a la Iglesia. Sin embargo, presenté ante Dios nuestras necesidades colectivas con toda fe, y en este mismo espíritu ofrezco hoy a la conferencia lo que sinceramente creo representa Su voluntad y Sus instrucciones para la dirección de la Iglesia.

A los Concilios, Quórums, Órdenes de la Iglesia, y a la Conferencia General:

En vista de las circunstancias sin precedente que rodearon la sucesión del oficio de Presidente y Profeta de la Iglesia, que prevalecen en la actualidad, me ha sido permitido por el Espíritu Santo, ofrecer a la Iglesia los consejos siguientes:

1

A. Mi siervo W. Wallace Smith, que ha servido lealmente a la Iglesia como apóstol, consejero del Presidente del Sumo Sacerdocio, y durante los últimos veinte años como Profeta, Vidente y Revelador, y Presidente del Sumo Sacerdocio y de la Iglesia, queda relevado con todos los honores de su pesada carga.

B. Se retirará de su oficio con el título de Presidente Emérito, y estará libre de realizar el ministerio con toda la amplitud que sus fuerzas, intereses y dirección espiritual le sugieran. Su recompensa es segura, como lo es también la de su esposa Rosamunda, que ha sido durante todos estos años una fuerza y un apoyo, de muchas formas que únicamente Yo conozco. Los dos deben recibir ahora el honor y respeto que merecen por sus años de servicio.


Continué pidiendo posteriores direcciones en lo referente a la organización del Quórum de la Primera Presidencia, y presento humildemente, pero con seguridad, la dirección siguiente.

2

Duane E. Couey es llamado, y debe ser ordenado, para ser consejero del Presidente del Sumo Sacerdocio y de la Iglesia, y como miembro del Quórum de la Primera Presidencia. Él tiene un amplio conocimiento del funcionamiento del quórum, y aporta a este cargo un nivel excepcional de lealtad así como una profunda devoción a la causa del reino. Su ordenación debe llevarse a cabo tan pronto como sea posible.

3

Mauricio L. Draper ha servido como consejero del Presidente del Sumo Sacerdocio y miembro del Quórum de la Primera Presidencia durante casi veinte años. En este tiempo ha servido con lealtad y competencias extraordinarias y dignas de encomio. Sin embargo, con objeto de que pueda responder a sus intereses en el desarrollo ministerial, educativo y de redacción de escritos, se le releva del peso abrumador de los detalles administrativos, por lo que estará libre como sumo sacerdote y recibirá de la Primera Presidencia las asignaciones para desempeñar el cargo de consultor del Quórum de la Primera Presidencia, siempre y en cada ocasión en que sus dotes puedan ser utilizados con mayor eficacia en el asesoramiento y desarrollo continuo de los programas educativos y ministeriales de la Iglesia.

4

Para completar la organización del Quórum de la Primera Presidencia, Howard S. Sheehy, hijo, es llamado a extender su apostolado en presidencia y sin demora alguna debe ser ordenado como consejero del Presidente del Sumo Sacerdocio y de la Iglesia y como miembro del Quórum de la Primera Presidencia.


El Espíritu Santo me impulsa a deciros además, referente a los órdenes y concilios generales, y a manera de instrucción para la Iglesia:

5

Guillermo E. Timms, que ha servido con gran distinción en el Concilio de los Doce desde 1964, queda relevado de sus responsabilidades de apóstol. Y es llamado al cargo de patriarca dentro de la Orden de los Evangelistas-Patriarcas y puede ejercer su ministerio entre la gente de su país natal, si continúa buscándome a mí con fe y sabiduría.

6

Para llenar las vacantes creadas en el Concilio de los Doce, Roy H. Schaefer y Felipe M. Caswell, son llamados de los puestos que ahora ocupan. Y deberán ser ordenados como apóstoles míos de forma que puedan tomar su lugar con sus hermanos que sirven como testigos especiales para la promulgación de mi evangelio a través del mundo entero.

7

Mi siervo Harold W. Cackler, queda relevado con todos los honores de sus responsabilidades como consejero del Obispo Presidente. Le será permitido retirarse, y recibirá el honor de ser considerado activo sin responsabilidades específicas, si bien estará libre de servir en la función de obispo cuando su tiempo y circunstancias lo permitan.

8

Para llenar esta vacante y completar la organización del Obispado Presidente, Ray E. McClaran es llamado como consejero del Obispo Presidente, y debe ser ordenado y dedicado para este cargo.

9

A. Que mi palabra se predique a los que sufren y están afligidos, así como a los que están embrollados en el pecado, pero que desean arrepentirse y seguirme. Que se proclame la verdad de mi evangelio tan extensa y remotamente como lo permita la dedicación de los santos, especialmente a través del ejercicio de su mayordomía temporal.

B. Mi Espíritu está en este momento tratando de alcanzar numerosas almas, que responderían si vosotros, mi pueblo, dierais un testimonio afirmativo de mi amor y mi deseo de que todos vengan a mí.

C. Permaneced firmes y confiad en las instrucciones que habéis recibido para vuestra dirección. Yo estoy con vosotros y os daré fuerza para realizar la obra que os espera si continuáis siendo fieles y os entregáis sin reservas a la edificación de mi reino.

Wallace B. Smith
Presidente de la Iglesia

Independence, Estado de Missouri, EE.UU.,
6 de Abril de 1978