Sección 156

Mientras he seguido buscando mayor comprensión de la voluntad divina en mi oficio como profeta de la Iglesia, las cargas de ese oficio no se han hecho más fáciles. Al intentar dirigirme a algunas de las cuestiones difíciles y potencialmente divisorias con las cuales se enfrenta hoy la Iglesia, me he hallado pasando mucho tiempo en oración y ayuno, importunando al Espíritu en nombre y beneficio de la Iglesia.

Debido a la naturaleza de lo que ahora estoy presentando, he buscado la confirmación vez tras vez. Cada vez el mensaje se me ha grabado de nuevo, firme y constantemente. Por tanto, no puedo hacer otra cosa más que traer lo que he recibido, con toda humildad, y dejarlo en las manos de ustedes, creyendo con plena seguridad que verdaderamente sí representa la mente y voluntad de Dios.

A los Concilios, Quórums y Órdenes de la Iglesia, a la Conferencia Mundial, y a la Iglesia:

1

Es mi voluntad que Charles D. Neff sea relevado del Concilio de los Doce Apóstoles. Su larga asociación con las iglesias nacionales en desarrollo, a partir del campo del Oriente en 1960, ha sido una gran bendición a la Iglesia. Asimismo, su liderato en el concilio, especialmente en cuanto a la organización y estructura del campo misionero, ha sido de valor particular en un tiempo de atestiguación creciente de mi evangelio. Ahora, para proseguir a su continuo interés en el desarrollo del ser humano y de la comunidad en países emergentes, debe ser permitido jubilarse y ser otorgado el honor de la jubilación.

2

Para llenar la vacante en el Quórum de los Doce, Geoffrey F. Spencer es llamado a ser apóstol en mi Iglesia. En este oficio y llamamiento su fuerte sentido pastoral y dones ministeriales únicos enriquecerán a la Iglesia, y debe ser ordenado sin demora.


El Espíritu me mueve a decir además por medio de dirección a la Iglesia:

3

Mis siervos han sido diligentes en la obra de la planificación para la construcción de mi templo en el Lugar Central. Que esta obra siga a un paso acelerado, según las instrucciones ya dadas, porque hay una gran necesidad del despertamiento espiritual que será engendrado por los servicios espirituales experimentados dentro de sus muros.

4

A. De verdad, estos servicios espirituales serán los medios de gran bendición para ustedes, mi pueblo, si hacen caso del consejo de mis siervos de la Primera Presidencia quienes debidamente están encargados de la responsabilidad de desarrollar los detalles específicos de estos servicios espirituales.

B. Los oficios del sacerdocio ya proveídos en mi Iglesia siempre han tenido el potencial de proveer estas bendiciones. Algunas de sus funciones, sin embargo, serán expandidas y provistas de significado adicional al ir revelándose más plenamente los propósitos de los ministerios espirituales del templo.

5

A. El templo será dedicado a la búsqueda de la paz. Será para la reconciliación y para la sanidad del espíritu.

B. También será para el fortalecimiento de la fe y para la preparación para atestiguar.

C. Por medio de sus ministerios una actitud de integridad de cuerpo, mente y espíritu como un fin deseable hacia el cual esforzarse será fomentado.

D. Será el medio para proveer educación de liderato para el sacerdocio y los
miembros.

E. Y será lugar en el cual el significado esencial de la Restauración como agente sanador y redimidor sea dado nueva vida y comprensión, inspirada por la vida y testimonio del redentor del mundo.

6

Por consiguiente, que la obra de la planeación vaya en adelante, y que los recursos sean recogidos, para que la construcción de mi templo pueda ser una enseña al mundo de la amplitud y la profundidad de la devoción de los Santos.


Lo siguiente también es presentado como la voz del Espíritu:

7

A. Escuchad, oh mi pueblo, en cuanto a mi santo sacerdocio. El poder de este sacerdocio fue puesto en medio de vosotros desde los primeros días del surgimiento de esta obra para la bendición y la salvación de la humanidad.

B. Ha habido, sin embargo, miembros del sacerdocio a través de los años quienes han entendido mal el propósito de su llamamiento. Sometiéndose al orgullo, algunos lo han usado para el engrandecimiento personal.

C. Otros, por falta de interés o ahínco, han dejado de magnificar su llamamiento o han llegado a ser inactivos.

D. Cuando esto ha sucedido la Iglesia ha experimentado una pérdida de poder espiritual, y la estructura total del sacerdocio se ha disminuido.

8

A. Es mi voluntad que el sacerdocio sea compuesto de los que tienen una fe perdurable y el deseo de servirme con todo su corazón, con humildad y con gran devoción.

B. Por tanto, donde hay aquellos que ahora no están funcionando en su sacerdocio, que sean hechas investigaciones por los indicados oficiales administrativos, según las estipulaciones de la ley, para determinar la naturaleza continua de su compromiso.

9

A. He escuchado las oraciones de muchos, incluyendo a mi siervo el profeta, quienes han procurado saber mi voluntad en cuánto a la cuestión de quién será llamado a compartir las cargas y responsabilidades del sacerdocio en mi Iglesia.

B. Yo os digo ahora, como he dicho en el pasado, que todos son llamados según los dones que se les ha dado. Esto corresponde al sacerdocio como también a cualquier otro aspecto de la obra.

C. Por consiguiente, no os maravilléis de que a algunas mujeres de la Iglesia les están llamando a las responsabilidades del sacerdocio. Esto está en armonía con mi voluntad y donde estos llamamientos se dan a conocer a mis siervos, pueden ser tramitados según los procedimientos administrativos y las estipulaciones de la ley.

D. No obstante, en lo de ordenar a mujeres al sacerdocio, que se haga esto con toda deliberación. Antes de que la imposición misma de manos se verifique, dejad que direcciones e instrucciones específicas sean proveídas por las autoridades espirituales, para que todo sea hecho en orden.

10

Recordad, en muchos lugares todavía hay mucha incertidumbre y falta de comprensión en cuánto a los principios de llamamiento y posesión de dones. Hay personas cuya carga al respecto requerirá que se les provea de considerable labor y apoyo ministerial. Tal labor y apoyo deben ser dados con oración y ternura de sentimiento, para que todos puedan ser bendecidos con el poder pleno de mi Espíritu reconciliador.

11

A. Queridos Santos, tened valor para la labor que es vuestra en llevar a cabo la causa de Sión. Preparaos por medio de mucho estudio y oración ferviente.

B. Entonces, al iros para testificar de mi amor y de mi preocupación por todas las personas, conoceréis el gozo que viene de dedicaros completamente a la obra del reino. Para este fin mi Espíritu estará con vosotros. Amén.

Wallace B. Smith
Presidente de la Iglesia

Independence, Estado de Missouri, EE.UU.,
el 3 de Abril de 1984.