Sección 35

1

A. Así dice el Señor Dios, el Poderoso de Israel: He aquí, Eduardo, siervo mío, te digo que eres bendito y que tus pecados te son perdonados, y eres llamado para predicar mi evangelio como con la voz de una trompeta.

B. Te impondré mi mano por medio de las de mi siervo Sidney Rigdon, y recibirás mi Espíritu Santo, o sea el Consolador, que te enseñará las cosas pacíficas del reino.

C. Lo declararás en voz alta, diciendo: ¡Hosanna, bendito sea el nombre del Dios Altísimo!

2

A. Ahora te doy este mandamiento y llamamiento concerniente a todos los hombres: Cuantos vengan ante mis siervos Sidney Rigdon y José Smith, hijo, aceptando esta vocación y mandamiento, han de ser ordenados y enviados a predicar el evangelio sempiterno entre las naciones, proclamando el arrepentimiento, y diciendo:

B. Salvaos de esta perversa generación, y salid del fuego, aborreciendo hasta los vestidos manchados con la carne.

3

A. Se dará este mandamiento a los ancianos de mi Iglesia, para que todo hombre que lo acepte con sinceridad de corazón sea ordenado y enviado, así como lo he dicho.

B. Soy Jesucristo, el Hijo de Dios, por tanto, fortifíquense bien con mis verdades y vendré a mi Templo de repente. Así sea. Amén.