Sección 60

1

A. He aquí, así dice el Señor a los ancianos de Su Iglesia quienes han de volver pronto a la tierra de donde vinieron:

B. He aquí, me complace que hayáis venido acá; pero con algunos no estoy muy complacido, porque se niegan a abrir sus bocas, sino que esconden el talento que les he dado, porque temen a los hombres. ¡Ay de los tales! pues mi ira está encendida contra ellos.

2

A. Y sucederá que excepto que me sean más fieles, se les quitará hasta lo que tienen, porque yo, el Señor, reino arriba en los cielos y entre las huestes de la tierra.

B. El día en que yo recoja a los que serán para mí un especial tesoro, todos los hombres sabrán qué es lo que demuestra el poder de Dios.

C. Mas, de cierto, os hablaré de vuestro viaje a la tierra de donde vinisteis.

D. Hágase o cómprese un barco, como os parezca bien, va que a mí me es igual, y emprended prestamente vuestro viaje al lugar llamado Saint Louis, estado de Missouri.

E. De allí, viajen a Cincinnati, estado de Ohio, mis siervos Sidney Rigdon, José Smith, hijo, y Oliverio Cowdery. Que alcen sus voces en dicho lugar, y declaren mi palabra en alta voz, sin ira ni dudas, alzando manos santas ante ellos.

F. Porque puedo haceros santos, y vuestros pecados os son perdonados.

3

A. Que los otros salgan de Saint Louis, de dos en dos y sin prisa prediquen la palabra entre las congregaciones de los inicuos, hasta que vuelvan a las congregaciones de donde vinieron.

B. Todo esto han de hacer para el bien de las congregaciones de la Iglesia, porque con este fin los he enviado.

C. Que mi siervo Eduardo Partridge dé a mis ancianos, quienes he mandado regresar, una porción del dinero que le he dado; y el que pueda, lo devolverá por medio del agente; pero al que no pueda, no se le exigirá.

D. Ahora hablo de los demás que han de venir a esta tierra. He aquí, se les ha enviado a predicar mi evangelio entre las congregaciones de los inicuos; por lo tanto les doy el siguiente mandamiento;

E. No desperdiciarás tu tiempo, ni esconderás tu talento para que no sea conocido.

4

A. Después que hayas venido a la tierra de Sión, y hayas proclamado mi palabra, regresarás prestamente proclamando mi palabra sin prisa, ni con ira ni disputas entre las congregaciones de los inicuos.

B. Sacúdete el polvo de tus pies contra aquéllos que no te reciban, no en su presencia, no sea que los provoques, sino en secreto, y lávate los pies como testimonio contra ellos en el día del juicio.

C. He aquí, esto os basta, y es la voluntad del que os ha enviado.

D. Por boca de mi siervo José Smith, hijo, se dará a conocer lo referente a Sidney Rigdon y Oliverio Cowdery. Más tarde se dará instrucción a los demás. Así sea. Amén.