1
A. El Señor me dijo: Juan, amado mío, ¿qué deseas? Porque todo lo que quieras, si me lo pides, te será otorgado.
B. Yo le contesté: Señor, dame poder sobre la muerte, para que viva y traiga almas a ti.
C. El Señor me dijo: De cierto, de cierto, te digo, porque deseas esto te quedarás hasta que yo venga en mi gloria, y profetizarás ante naciones, tribus, lenguas y pueblos.
2
A. Por esta razón, el Señor le dijo a Pedro: Si quiero que él permanezca hasta que yo venga, ¿qué se te da a ti? Porque de mí ha deseado poder traer almas a mí, mas tú quisiste venir prontamente a mí en mi reino.
B. Te digo, Pedro, que éste fue un buen deseo, pero mi amado ha deseado poder hacer más, o realizar entre los hombres una obra mayor que la que hasta ahora ha hecho; si, ha emprendido una obra más grande;
C. Por lo tanto, le haré como llama de fuego y ángel administrador; y ministrará a favor de los que serán herederos de salvación que moren en la tierra.
D. Haré que tú ministres a favor de él y a favor de tu hermano Santiago; y a los tres os daré este poder y las llaves de este ministerio hasta que yo venga.
3
De cierto os digo: Se hará con ambos según vuestros deseos, porque ambos tenéis gozo en lo que habéis deseado.