Sección 83

1

A. Una revelación de Jesucristo a Su siervo José Smith, hijo, y a seis ancianos, cuando unieron sus corazones y elevaron sus voces al cielo;

B. Sí, la palabra del Señor con respecto a Su Iglesia, establecida en los últimos días para la restauración de Su pueblo, como lo ha anunciado por boca de Sus profetas, y para el recogimiento de Sus santos sobre el monte de Sión, el cual será la ciudad de la Nueva Jerusalén;

C. Ciudad que será edificada en los límites occidentales del estado de Missouri, empezando en el solar del Templo, designado por el dedo del Señor y consagrado por la mano de José Smith, hijo, y de otros, en quienes el Señor estaba muy complacido.

2

A. En verdad, ésta es la palabra del Señor, que la ciudad de la Nueva Jerusalén será edificada por el recogimiento de los fieles de la Iglesia, empezando en este lugar, aun el lugar del Templo que se edificará en esta generación;

B. Porque en verdad, no pasará toda esta generación sin que se edifique una casa para el Señor, y una nube se detendrá sobre ella, la cual será la gloria del Señor que llenará la casa.

C. Y los hijos de Moisés, conforme al santo sacerdocio, que Moisés recibió bajo las manos de su suegro Jetro; y Jetro lo recibió bajo las manos de Caleb; y Caleb lo recibió bajo las manos de Eliú;

D. Y Eliú bajo las manos de Jeremí; y Jeremí, bajo las manos de Gad; y Gad, bajo las manos de Esaías; y Esaías lo recibió bajo las manos de Dios.

E. Esaías también vivió en los días de Abraham, y por éste fue bendecido. Este Abraham recibió el sacerdocio bajo las manos de Melquisedec, quien a su vez lo recibió por medio del linaje de sus padres, remontándose aun hasta Noé;

F. Y de Noé hasta Enoc, por medio del linaje de sus padres; y de Enoc a Abel; éste fue asesinado por la conspiración de su hermano; Abel recibió el sacerdocio por mandato de Dios, de manos de su padre Adán, el primer hombre,

G. El cual sacerdocio perdura en la Iglesia de Dios en todas las generaciones, y es sin principio de días o fin de años.

3

A. El Señor también confirmó un sacerdocio sobre Aarón, y sobre su simiente, por todas sus generaciones, y este sacerdocio también continúa y permanece para siempre junto con el sacerdocio que es según el orden mas santo de Dios.

B. Este sacerdocio mayor administra el evangelio, y posee la llave de los misterios del reino, aun la llave del conocimiento de Dios.

C. Por lo tanto, por las ordenanzas se manifiesta el poder de Dios; y sin las ordenanzas y la autoridad del sacerdocio, el poder de Dios no se manifiesta a los hombres en la carne porque sin éste, nadie puede ver el rostro de Dios, o sea el Padre, y vivir.

4

A. Ahora bien, Moisés enseñó esto claramente a los hijos de Israel en el desierto, y procuró solícitamente santificar a su pueblo, para que pudieran contemplar el rostro de Dios;

B. Pero ellos endurecieron sus corazones, y no pudieron mantenerse en Su presencia, por lo que el Señor, en Su ira (porque Su cólera se había encendido en contra de ellos) juró que, mientras estuvieran en el desierto no entrarían en Su reposo; reposo que es la plenitud de Su gloria.

C. Por consiguiente, Él tomó a Moisés de entre ellos, y al santo sacerdocio de Melquisedec también; y el sacerdocio menor continuó, que tiene la llave del ministerio de ángeles y del evangelio preparatorio; este evangelio es el evangelio del arrepentimiento y del bautismo, y de la remisión de pecados, y de la ley de los mandamientos carnales.

D. El Señor en Su ira hizo que el sacerdocio menor perdurara con la casa de Aarón, entre los hijos de Israel, hasta Juan, a quien Dios levantó lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.

E. Fue bautizado cuando se hallaba aún en su niñez, y cuando tenía ocho días de edad fue ordenado por el ángel de Dios a este poder,

F. Para que derrocara el reino de los judíos y enderezara el camino del Señor ante la faz de Su pueblo; y lo preparara para la venida del Señor, en cuya mano es dada toda potestad.

5

A. Además, los oficios de anciano y obispo son pertenencias necesarias que corresponden al sacerdocio mayor.

B. Asimismo, los oficios de maestro y diácono son pertenencias necesarias que corresponden al sacerdocio menor, el cual fue confirmado sobre Aarón y sobre sus hijos.

6

A. Por lo tanto, igual que lo dije con respecto a los hijos de Moisés, porque los hijos de Moisés y también los hijos de Aarón ofrecerán una ofrenda y un sacrificio aceptables en la casa del Señor que se le edificará en esta generación, en el lugar consagrado como yo he designado.

B. Los hijos de Moisés y de Aarón, que sois vosotros, se verán llenos de la gloria del Señor sobre el monte de Sión en la casa del Señor; y también muchos que he llamado y enviado para que establezcan mi Iglesia;

C. Porque quienesquiera que sean fieles hasta el punto de obtener estos dos sacerdocios de los que he hablado, y desempeñen bien sus llamamientos, serán santificados por el Espíritu de Dios para la renovación de sus cuerpos;

D. Vendrán a ser hijos de Moisés y de Aarón y simiente de Abraham, de la Iglesia, y del reino y los elegidos de Dios;

E. Y también todos los que reciben a los de este sacerdocio, a mí me reciben, dice el Señor, porque quien recibe a mis siervos, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a mi Padre, y quien recibe a mi Padre, recibe el reino de mi Padre.

F. Por lo tanto, todo lo que mi Padre tiene, le será dado; y esto va de acuerdo con el juramento y el pacto que corresponden al sacerdocio.

G. De modo que todos aquéllos que reciben el sacerdocio, reciben este juramento y este pacto de mi Padre, que no pueden ser modificados, y que Él tampoco puede quebrantar;

H. Pero quien quebrantare este pacto, después de haberlo recibido, y lo rechazare totalmente, no obtendrá el perdón de sus pecados ni en este mundo ni en el venidero.

I. Y lo mismo para todos aquéllos que no acepten el ministerio de este sacerdocio que habéis recibido, el cual desde los cielos, y por mi propia voz ahora os confirmo a vosotros que estáis aquí presentes hoy; y aun os he encargado a las huestes celestiales y a mis ángeles.

7

A. Ahora os doy un mandamiento: Mirad de precaveros contra vosotros mismos; prestad mucha atención a las palabras de vida eterna; porque viviréis de toda palabra que sale de la boca de Dios.

B. Porque la palabra del Señor es verdad, y todo lo que es verdad es luz, y todo lo que es luz es Espíritu, o sea el Espíritu de Jesucristo;

C. Y el Espíritu da luz a todos los que al mundo vienen; y el Espíritu ilumina a todos los hombres dondequiera que estén en el mundo con tal de que escuchen la voz del Espíritu.

D. Todo aquél que escucha la voz del Espíritu, viene a Dios, o sea al Padre;

E. Y el Padre le instruye sobre el pacto que Él ha renovado y confirmado sobre vosotros, el cual se os ha confirmado por amor a vosotros y no sólo por vuestra causa, sino también por la del mundo entero.

F. Todo el mundo yace bajo el dominio del pecado, y gime bajo la obscuridad y bajo la servidumbre del pecado.

G. Por esto podréis saber que se hallan bajo la servidumbre del pecado, porque no vienen a mí; pues aquél que no viene a mí, se halla bajo la servidumbre del pecado;

H. Y aquél que no recibe mi voz, no conoce mi voz, y no es mío.

I. De este modo podréis discernir a los fieles de los inicuos, y saber que aun ahora el mundo entero gime bajo el pecado y la obscuridad.

8

A. En tiempos pasados vuestras mentes se han ofuscado por culpa de la incredulidad, y porque habéis tratado ligeramente las cosas que habéis recibido, y esta vanidad y esta incredulidad han acarreado la condenación de toda la Iglesia.

B. Esta condenación reposa sobre los hijos de Sión, todos ellos; y permanecerán bajo esta condenación hasta que se arrepientan y se acuerden del nuevo pacto, o sea, el Libro de Mormón y de los mandamientos anteriores que yo les he dado, no tan sólo para hablar, sino para obrar de conformidad con lo que he escrito,

C. Con el fin de que puedan dar frutos dignos del reino de su Padre, de lo contrario, hay todavía un castigo y un juicio que serán derramados sobre los hijos de Sión; porque, ¿acaso los hijos del reino han de contaminar mi tierra santa? De cierto, os digo que no.

9

A. De cierto, de cierto os digo a vosotros que escucháis mis palabras, las cuales son mi voz;

B. Benditos sois si recibís estas cosas; porque os perdonaré vuestros pecados con este mandamiento, para que vuestras mentes permanezcan firmes, con solemnidad y espíritu de oración, al dar testimonio a todo el mundo de aquellas cosas que os son comunicadas.

10

A. Id, pues, por todo el mundo, y a cualquier lugar donde no podáis ir, enviad, para que de vosotros salga el testimonio por todo el mundo, a cada persona.

B. Como lo dije a mis apóstoles, lo mismo os lo digo a vosotros, porque sois mis apóstoles, aun sumos sacerdotes de Dios; vosotros sois los que el Padre me ha dado; sois mis amigos;

C. Por consiguiente; como lo dije a mis apóstoles, así os lo digo de nuevo, que toda alma que creyere en vuestras palabras y fuere bautizada en el agua para la remisión de sus pecados, recibirá el Espíritu Santo; y estas señales seguirán a los que creyeren:

11

A. En mi nombre harán muchas obras maravillosas;

B. En mi nombre echarán fuera demonios;

C. En mi nombre sanarán a los enfermos;

D. En mi nombre abrirán los ojos de los ciegos y destaparán los oídos de los sordos;

E. Y la lengua del mudo hablará;

F. Y si alguien les administrare veneno, no los dañará; y el veneno de una serpiente no tendrá poder para dañarles.

G. Pero un mandamiento les doy: Que no se jacten de estas cosas, ni las digan ante el mundo; porque estas cosas os son dadas para vuestro provecho y para la salvación.

12

A. De cierto, de cierto os digo, que aquéllos que no creyeren en vuestras palabras, ni fueren bautizados en el agua, en mi nombre, para la remisión de sus pecados, a fin de recibir el Espíritu Santo, serán condenados y no entrarán en el reino de mi Padre, donde mi Padre y yo estamos.

B. Esta revelación y mandamiento dado a vosotros, desde esta misma hora está en vigor, en todo el mundo, y el evangelio es para todos los que no lo hayan recibido.

C. Pero en verdad les digo a todos aquéllos a quienes se les ha dado el reino: Por vosotros les ha de ser predicado, para que se arrepientan de sus obras inicuas anteriores;

D. Porque han de ser reprochadas por la incredulidad de sus malos corazones, así como vuestros hermanos en Sión por su rebelión contra vosotros cuando os envié.

13

A. Asimismo os digo, amigos míos, (porque de ahora en adelante os llamaré “amigos míos”): Conviene que os dé este mandamiento para que seáis igual que mis amigos en los días en que yo iba con ellos, viajando para predicar este evangelio con mi poder;

B. Porque no les permití que llevaran bolsa ni alforja, ni tampoco dos túnicas; he aquí, os envío para probar al mundo, y el obrero es digno de su salario.

C. Ninguno de los que saldrán y predicarán este evangelio del reino, no dejando de ser fiel en todas las cosas, sentirá su mente cansada ni entenebrecida, como tampoco su cuerpo, miembros o coyunturas. Ni aun un cabello de su cabeza caerá en tierra inadvertido, y no padecerán hambre ni sed.

14

A. Por esto, no os afanéis por el día de mañana, qué habéis de comer, o qué habéis de beber, o con qué habéis de vestir.

B. Considerad pues los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; y los reinos del mundo, con toda su gloria, no se visten como uno de ellos; porque vuestro Padre que está en los cielos sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

C. Así pues, dejad que el día de mañana se afane por las cosas de sí mismo.

D. No os preocupéis tampoco de antemano por lo que hablaréis; mas, atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os será dado en aquella misma hora la porción que corresponderá a cada hombre.

15

A. De modo que, a partir de esta hora, que no lleve ni bolsa ni alforja ninguno de vosotros que salga a proclamar este evangelio del reino (porque este mandamiento es para todos los fieles de la Iglesia que son llamados de Dios al ministerio).

B. He aquí, os envío para reprender al mundo por todas sus malas obras y para enseñarle sobre el juicio que ha de venir.

C. Quienquiera que os reciba, allí estaré yo también; porque iré delante de vuestra faz; estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra, y mi Espíritu estará en vuestros corazones, y mis ángeles estarán en vuestros alrededores, para sosteneros.

16

A. Quien os recibe, a mí recibe; y él os dará de comer, os vestirá y os dará dinero.

B. Y quien os vista, u os dé comida, o vestido, o dinero, de ningún modo perderá su galardón; y quien no hiciere estas cosas no es mi discípulo; en esto podréis conocer a mis discípulos.

C. Apartaos de quien no os recibiere y, una vez a solas, limpiad vuestros pies con agua, agua pura, sea en tiempo de frío o de calor, y dad testimonio de ello a vuestro Padre que está en los cielos, y no volváis más a tal hombre.

D. En cualquier pueblo o ciudad en que entréis, haced lo mismo. No obstante, buscad diligentemente y no os detengáis; y ¡ay de aquella casa, o de aquel pueblo o de aquella ciudad que os rechazare a vosotros, o a vuestras palabras, o a vuestro testimonio concerniente a mí!

E. ¡Ay! —digo otra vez— ¡Ay de aquella casa, o de aquel pueblo o aquella ciudad que os rechazare a vosotros o a vuestras palabras, o a vuestro testimonio de mí! Porque yo, el Todopoderoso, he extendido mis manos sobre las naciones para castigarlas por sus iniquidades.

F. Y saldrán plagas, y no serán quitadas de la tierra hasta que yo haya consumado mi obra, la cual será acortada en rectitud,

G. Hasta que me conozcan todos los que quedaren, aun desde el menor hasta el mayor, y sean llenos del conocimiento del Señor, y vean ojo a ojo, y alcen sus voces, y vocalmente canten unánimes este nuevo cántico, diciendo:

17

A. El Señor de nuevo ha traído a Sión, El Señor ha redimido a Su pueblo, Israel, según la elección de gracia, que se llevó a cabo por la fe y el pacto de sus padres.

B. El Señor ha redimido a Su pueblo, y Satanás está atado, y el tiempo ya no existe. El Señor ha juntado en una todas las cosas; El Señor ha traído a Sión de arriba; Él ha alzado a Sión de abajo; la tierra ha estado de parto, y ha dado a luz su fuerza; la verdad se halla establecida en sus entrañas; los cielos han sonreído sobre ella, y está revestida de la gloria de su Dios, porque Él se halla en medio de Su pueblo.

C. Gloria, honra, poder y potencia sean atribuidos a nuestro Dios, porque está lleno de misericordia, justicia, gracia, verdad y paz, por los siglos de los siglos. Amén.

18

A. Además de cierto, de cierto os digo: Todos los que salgan a proclamar mi evangelio sempiterno y tengan familia, si reciben dones monetarios, conviene que se los manden a ella o los usen para el beneficio de la misma, según lo que el Señor les indique, porque esto es lo que me parece bien.

B. Todos los que no tengan familia y reciban dinero, que lo envíen al obispo en Sión, o al obispo en Ohio, para que se consagre a la manifestación y publicación de las revelaciones, y al establecimiento de Sión.

19

A. Si alguien os diere un abrigo o un traje, tomad el viejo que llevabais y dádselo a los pobres, y gozosos proseguid vuestro camino.

B. Si hay alguien entre vosotros que es fuerte en el Espíritu del Señor, que lleve consigo al que es débil, a fin de que sea edificado con toda humildad, para que también se haga fuerte.

20

A. Así pues, llevad con vosotros a los que están ordenados al sacerdocio menor, y enviadlos delante de vosotros para obtener y preparar el camino, y sustituir en las citas con que vosotros mismos no podáis cumplir.

B. He aquí, ésta fue la manera en que mis apóstoles edificaron mi Iglesia en los días antiguos.

21

A. Por tanto, que cada uno ocupe su propio oficio, y trabaje en su propio llamamiento; y no digo la cabeza a los pies que no necesita de ellos, porque sin ellos, ¿cómo podrá el cuerpo sostenerse en pie?

B. También el cuerpo tiene necesidad de cada miembro, para que todos se edifiquen mutuamente, para que el sistema se conserve perfecto.

22

He aquí, los sumos sacerdotes deben viajar, así como los ancianos y los sacerdotes; mas a los diáconos y los maestros se les ha de asignar que velen sobre la Iglesia, que sean sus ministros residentes.

23

A. El obispo, Newel K. Whitney, también ha de viajar por entre todas las congregaciones de la Iglesia, buscando a los pobres para proveer a sus necesidades mediante la enseñanza de la humildad a los ricos y los soberbios;

B. También ha de emplear un agente para que bajo su dirección, gestione y se encargue de sus asuntos seculares;

C. No obstante, que el obispo vaya a la ciudad de New York, y también a la de Albany, así como a la de Boston, y advierta con el son del evangelio y en voz alta, a la gente de esas ciudades, de la desolación y destrucción completa que les espera si rechazan estas cosas;

D. Porque si rechazan estas cosas, la hora de Su juicio está cerca y su casa les quedará desolada.

E. Que confíe el obispo en mí, y no será confundido, y ni un cabello de su cabeza caerá en tierra inadvertido.

24

A. De cierto os digo a vosotros, el resto de mis siervos: Salid según os lo permitan las circunstancias, en vuestros varios llamamientos, a las grandes y notables ciudades y a los pueblos, reprendiendo al mundo con justicia por todas sus obras injustas e impías, exponiéndoles clara e inteligiblemente la desolación de la abominación en los últimos días;

B. Porque con vosotros, dice el Señor Todopoderoso, romperé sus reinos; no sólo haré temblar la tierra, sino que los cielos astríferos temblarán;

C. Porque yo, el Señor, he extendido mi mano para ejercer los poderes del cielo; no lo podéis ver ahora, pero de aquí a muy poco tiempo lo veréis, y sabréis que yo soy, y que vendré y reinaré con mi pueblo. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Amén.