Sección 105

1

De cierto, así dice el Señor a mi siervo Thomás B. Marsh: He oído tus oraciones y tus ofrendas han llegado ante mí como un memorial en favor de ellos tus hermanos, quienes fueron escogidos y ordenados por medio de mis siervos, para dar testimonio de mi nombre, y proclamarlo entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.

2

A. De cierto te digo: Han habido en tu Corazón y en ti, unas cuantas cosas con las cuales yo, el Señor no tuve complacencia; sin embargo, por cuanto te has humillado, serás ensalzado; por lo tanto todos tus pecados te son perdonados.

B. Deja que tu corazón se anime ante mi presencia, y darás testimonio de mi nombre, no sólo a los gentiles, sino también a los judíos; y enviarás mis palabras hasta los fines de la tierra.

3

Contienda tú, pues, mañana tras mañana, y día tras día; deja que salga tu voz de amonestación, y cuando llegue el anochecer que tus palabras no dejen dormir a los habitantes de la tierra.

4

A. Sea conocida tu morada en Sión, y no traslades a tu familia, porque, yo el Señor, tengo una gran obra para confiarte, que consiste en la proclamación de mi nombre entre los hijos de los hombres; por consiguiente, aparéjese bien para la obra.

B. También estén calzados tus pies, porque eres escogido, y tu camino va por entre las montañas y en medio de muchas naciones; y por tus palabras muchos de los soberbios serán humillados; y por tus palabras muchos humildes serán exaltados.

C. Tu voz será un reproche para el transgresor; y con tu reprensión cesará en su perversidad la lengua del calumniador.

5

A. Sé humilde, y el Señor tu Dios te llevará de la mano y contestará tus oraciones. Conozco tu corazón, y he oído tus oraciones con respecto a tus hermanos.

B. No seas parcial para con ellos, amándolos más que a muchos otros, sino ámalos igual que a ti mismo; y sea tu amor abundante para todas las personas y para todos los que aman mi nombre.

C. Ora por tus hermanos de los Doce. Amonéstalos severamente por causa de mi nombre, y que ellos sean amonestados por todas sus iniquidades; y vosotros, seáis fieles a mi nombre ante mí.

D. Después de sus tentaciones y mucha tribulación, he aquí, yo, el Señor, me compadeceré de ellos, y si no se endurecen sus corazones y no se atiesan sus cervices en contra de mí, serán convertidos, y los sanaré.

6

A. Ahora te digo, y lo que te digo a ti, lo digo también a todos los Doce: Levantaos y aparejaos bien, tomad vuestra cruz, seguidme y apacentad mis ovejas.

B. No os enaltezcáis; no os rebeléis en contra de mi siervo José Smith, hijo, porque de cierto os digo que estoy con él, y mi mano le protegerá, y las llaves que le he dado a él, así como también a vosotros, no le serán quitadas hasta que yo venga.

7

A. De cierto te digo, Tomás siervo mío: Tú eres el hombre que he escogido para poseer las llaves de mi reino entre todas las naciones, en lo que concierne a los Doce, para que tú seas mi siervo que abrirá la puerta del reino en todos los lugares donde mi siervo José Smith, hijo, mi siervo Sidney Rigdon y mi siervo Hyrum Smith no puedan ir;

B. Porque sobre ellos he puesto la carga de todas las congregaciones, por un poco de tiempo.

C. Por lo tanto, id a donde os mandaren, y estaré con vosotros, y en cualquier lugar que proclamareis mi nombre, se os abrirá una puerta eficaz para que reciban mi palabra.

D. Quienquiera que reciba mi palabra, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe a la Primera Presidencia, quienes he enviado, y a los cuales, por causa de mi nombre, sobre vosotros he puesto por consejeros.

8

A. Además, te digo que todos aquéllos que por la voz de tus hermanos, los Doce, enviareis en mi nombre, debidamente recomendados y autorizados por vosotros, ellos tendrán el poder de abrir la puerta de mi reino en cualquier nación a donde los mandareis,

B. Con tal de que se humillaren ante mí, obedecieren mi palabra y prestaren atención a la voz de mi Espíritu.

9

A. De cierto, de cierto te digo, que las tinieblas cubren la tierra, y una densa obscuridad las mentes del pueblo, y toda carne se ha corrompido ante mi faz.

B. He aquí, la venganza viene pronto sobre los habitantes de la tierra, un día de ira, un día de quema, un día de desolación, de llanto, de lamentación, de luto, y como un torbellino vendrá sobre la faz de la tierra, dice el Señor.

10

A. Empezará entre los de mi casa, y de mi casa se extenderá, dice el Señor.

B. Primero entre aquéllos de vosotros, dice el Señor, que habéis profesado conocer mi nombre, y no me habéis conocido a mí, y habéis blasfemado contra mí en medio de mi casa, dice el Señor.

11

A. Por lo tanto ved que no os acongojéis por los asuntos de mi Iglesia en este lugar, dice el Señor;

B. Mas, purificad vuestros corazones ante mí, y entonces id por todo el mundo y predicad mi evangelio a toda persona que no lo haya recibido.

C. El que creyere y fuere bautizado, será salvo, y el que no creyere ni fuere bautizado, será condenado.

12

A. Porque a vosotros, los Doce Apóstoles, y los de la Primera Presidencia, quienes con vosotros han sido nombrados para que sean vuestros consejeros y directores, se ha dado el poder de este sacerdocio, para los últimos días y por la última vez, en los cuales queda comprendida la dispensación del cumplimiento de los tiempos;

B. Poder que vosotros tenéis, junto con todos aquéllos que han recibido una dispensación en cualquier época, desde el principio de la creación.

C. Porque, de cierto os digo: Las llaves de la dispensación que habéis recibido han descendido de los padres; y por último, se han enviado del cielo a vosotros.

13

A. De cierto os digo: He aquí, cuán grande es vuestro llamamiento. Limpiad vuestros corazones y vuestras ropas, no sea que la sangre de esta generación sea demandada de vuestras manos.

B. Sed fieles hasta que yo venga, porque vengo pronto, y mi galardón está conmigo para recompensar a cada uno según sus obras. Soy el Alfa y la Omega. Amén