1
A. Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.
B. He aquí, yo soy Dios, escucha atentamente mi palabra, que es viva, eficaz y más aguda que una espada de dos filos, y capaz de dividir en dos no solo las coyunturas, sino también los tuétanos.
C. Por consiguiente, presta atención a mi palabra.
2
A. He aquí, el campo ya esta blanco, listo para la siega; por tanto quien quisiere segar, que meta su hoz con fuerza y siegue mientras dure el día, a fin de que pueda así atesorar para su alma la salvación sempiterna en el reino de Dios.
B. Sí, quienquiera que meta su hoz y siegue, aquél es llamado de Dios;
C. Por lo tanto, si me pidieres, recibirás; si llamares, se te abrirá.
3
A. Ahora bien, como me lo has pedido, he aquí, te digo:
B. Guarda mis mandamientos y esfuérzate en poner de manifiesto y establecer la causa de Sión.
4
A. He aquí, me dirijo a ti y también a todos los que tengan deseos de poner de manifiesto y establecer esta obra.
B. Nadie puede ayudar en esta obra, a menos que sea humilde y esté lleno de amor y tenga fe, esperanza y caridad, y sea moderado en cualquier cosa que le fuere confiada.
5
A. He aquí, yo soy el que te digo estas palabras, soy la luz y la vida del mundo.
B. Así pues, obedece con todas tus fuerzas, y entonces serás llamado. Amén.