Sección 146

Habiendo hecho de las necesidades de la Iglesia, por muchos meses y durante cada hora pasada despierto, el motivo de casi constante meditación, en la noche del 27 de Marzo me entregué a la oración, como es mi costumbre antes de retirarme a descansar. La solicitud principal de mi oración se refería a la provisión de las vacantes en el Concilio de los Doce Apóstoles y otros asuntos que reclamaban mi atención.

Como resultado de esta preocupación y en respuesta a mis oraciones, el Espíritu del Dios Todopoderoso me mueve a presentar Su palabra a la Iglesia.

A los Ancianos de la Iglesia y a la Conferencia General:

1

A. Mis siervos Cecil R. Ettinger y Duane E. Couey han desempeñado sus deberes y responsabilidades con humildad y fidelidad ante mí, y ahora se les llama a servir como apóstoles en mi Iglesia.

B. Por consiguiente deben ser ordenados y ocupar lugares con sus hermanos en las labores del oficio apostólico como miembros del Concilio de los Doce Apóstoles.

2

A. Mis siervos de los concilios y órdenes dirigentes de mi Iglesia merecen alabanzas por la unidad de propósito que han demostrado.

B. Ahora se les aconseja que aprovechen al máximo la buena disposición de mi pueblo para seguir la dirección que he provisto, y a la cual mi pueblo ha dado su consentimiento.

C. Este principio es fundamental en el evangelio que yo restauré mediante mi siervo José Smith, hijo, y que preserva en la reorganización de mi pueblo.

3

Que cese cualquier contención existente sobre minucias, a fin de que mi propósito, ya revelado en mi palabra a la Iglesia, sea cumplido y mi obra continúe prosperando en amor. Amén.

Vuestro humilde servidor en Cristo,
W. Wallace Smith
Presidente de la Iglesia

Independence, Estado de Missouri, EE.UU.,
el 2 de Abril de 1960