Sección 154

Con las necesidades y la obra de la Iglesia constantemente ante mí, he buscado frecuentemente, con oraciones y con esperanza, la dirección en lo referente al cumplimiento de estas necesidades. Mi deseo más profundo es siempre que, a la medida en que esté inspirado por el Espíritu Santo, pueda yo discernir lo que Dios quiere para la Iglesia y luego, tener la fuerza y el valor de transmitir este conocimiento a la Iglesia. Con este espíritu presento humildemente, pero con confianza, lo siguiente como representación de la voluntad divina:

A los Concilios, Quórums, Órdenes de la Iglesia y a la Conferencia General:

1

Es mi voluntad que Clifford A. Cole sea relevado con todo honor de sus obligaciones en el Concilio de los Doce Apóstoles. Su espíritu sereno y actitud equilibrada han sido en numerosas ocasiones una gran bendición, especialmente en su puesto de presidente del Concilio. Él debe ahora ser relevado de las cargas del oficio de apóstol para servir bajo la dirección de la Primera Presidencia, especialmente en el campo de enseñanza y literatura con los cuales, entre otras de sus muchas habilidades, la Iglesia se ha beneficiado grandemente a través de los años.

2

A. También Donald V. Lents y Aleah G. Koury quedan relevados de sus responsabilidades como apóstoles en mi Iglesia. Los dos han trabajado diligentemente y con frecuencia bajo condiciones arduas y de considerable dificultad debido a ciertas afecciones físicas. Merecen alabanzas por sus años de servicio, que para el Apóstol Lents se extendieron durante la administración de tres presidentes de la Iglesia.

B. Los dos son llamados, y si están dispuestos, serán ordenados como patriarcas y formarán parte de la Órden de Patriarcas-Evangelistas; el apóstol Koury servirá de secretario de la Órden, si es elegido para ello.

3

Para cubrir estos puestos en el Concilio de los Doce, Kisuke Sekine, Everett S. Graffeo y Kenneth N. Robinson son llamados de sus responsabilidades actuales para ser entonces apóstoles en mi Iglesia. Ellos deben ser ordenados tan pronto como sea factible y deberán ocupar sus puestos en el quórum apostólico.


Como vía de instrucción el Espíritu Santo dice:

4

A. El Concilio de los Doce Apóstoles debe continuar buscando las estrategias y métodos con los cuales la obra misionera pueda fomentarse y mi evangelio difundirse al mundo con mayor significado. A los miembros del quórum principal misionero, se les exhorta a que dediquen el tiempo suficiente a esta labor para que puedan desarrollar una unidad de propósito respecto a la obra misionera y que salgan con gran poder, testificando de mí.

B. Los hermanos del Concilio también merecen alabanzas por su mayordomía colectiva de identificar, evaluar y recomendar el desarrollo de los proyectos misioneros. Las ocasiones para tal expansión son ilimitadas, sin embargo, debido a lo limitado de los recursos disponibles, se debe hacer el máximo esfuerzo para asegurar que estos recursos se utilicen en los lugares de mayor potencial evangélico.

5

A. Al Obispo Presidente y sus consejeros se les alienta para que continúen buscando los medios para conseguir una comprensión mayor del significado de la mayordomía de los bienes temporales, como respuesta a mi gracia y a mi amor de manera que el entendimiento de este principio pueda mover los corazones de mi pueblo más que nunca.

B. Está en armonía con mi voluntad la redefinición de los términos comprendidos en la ley básica de bienes temporales, para clarificarlos y para responder a las necesidades de una Iglesia que va creciendo. Sin embargo, hágase esto con la debida deliberación y con el consentimiento total de todo el cuerpo, después de haberlo estudiado y considerado suficientemente, todo ello con el fin de que mi pueblo pueda llegar a proveer, más cumplidamente y con mayor gozo, a la gran obra a la cual han sido llamados.

6

Asimismo es la responsabilidad de todos los que trabajan en el campo, ya sea como asignados o no por la Iglesia, que sigan estando siempre atentos a la necesidad de servir con toda responsabilidad y sin restricciones… “medida buena, apretada, remecida y rebosando”. Al hacerlo así, aquellos que miran a mis siervos para obtener dirección se verán inspirados de confianza y se generará en ellos el deseo de responder de igual manera.

7

A. Tened buen ánimo, o pueblo mío. No os desalentéis ante las incertidumbres, ni os desaniméis por la aparente falta de comprensión de algunos respecto al esfuerzo de la edificación de mi reino. Si vosotros avanzáis con fe y confianza proclamando mi evangelio, mi Espíritu os dará poder, y habrá muchos que responderán aun en lugares y maneras inesperadas.

B. Ayudaos unos a otros con amor, confiando en que mi Espíritu estará siempre con vosotros; seguid así el camino que os he mostrado con mi propia vida y ejemplo.

Wallace B. Smith
Presidente de la Iglesia

Independence, Estado de Missouri, EE.UU.,
el 8 de abril de 1980