Sección 21

1

A. He aquí, Oliverio Cowdery, te digo unas cuantas palabras: He aquí, bendito eres, y no te hallas bajo condenación. Mas guárdate del orgullo, no sea que entres en tentación.

B. Da a conocer tu llamamiento a la Iglesia, así como ante el mundo; y tu corazón se abrirá para predicar la verdad desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

2

A. He aquí, te digo, Hyrum Smith, unas cuantas palabras, porque tú tampoco te hallas bajo condenación, y tu corazón está abierto, y suelta tu lengua; y tu llamamiento es el de exhortar y fortalecer a la Iglesia continuamente.

B. Por lo tanto, tu deber para con la Iglesia es para siempre; y esto a causa de tu familia. Amén.

3

He aquí, Samuel Smith, te hablo unas cuantas palabras, porque tú tampoco te hallas bajo condenación, y tu llamamiento es el de exhortar y fortalecer a la Iglesia. Todavía no has sido llamado a predicar ante el mundo. Amén.

4

He aquí, José Smith, padre, te digo unas cuantas palabras; porque tú tampoco te hallas bajo condenación, y tu llamamiento también es el de exhortar y fortalecer a la Iglesia. Este es tu deber desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

5

A. He aquí, José Knight, padre, por estas palabras te declaro que has de tomar tu cruz, en el sentido de que has de orar vocalmente ante el mundo, así como en secreto, en tu familia, entre tus amigos, y en todas partes.

B. He aquí, tu deber es unirte con la Iglesia verdadera, y dedicar tu voz a exhortar continuamente, para que puedas recibir la recompensa del obrero. Amén.