Sección 39

1

A. Escucha y oye la voz de Aquél que existe desde toda eternidad hasta toda eternidad, el gran YO SOY, aun Jesucristo, la luz y la vida del mundo; una luz que brilla en las tinieblas, y los poderes del mal no prevalecen contra ella;

B. Yo mismo vine a los míos en el meridiano de los tiempos, y los míos no me recibieron;

C. Pero a cuantos me recibieron, les di el poder de llegar a ser mis hijos, y así también a quienes me recibieren les daré el poder de llegar a ser hijos míos.

2

A. De cierto, de cierto te digo que el que recibe mi evangelio, me recibe a mí; y el que no recibe mi evangelio, no me recibe a mí.

B. Este es mi evangelio: Arrepentimiento y bautismo en el agua, y luego viene el bautismo de fuego y del Espíritu Santo, o sea el Consolador, el cual muestra todas las cosas y enseña las cosas pacíficas del reino.

3

A. He aquí, te digo, Jaime Covill siervo mío: He observado tus obras y te conozco; y de cierto te digo que tu corazón es recto ante mí en este momento, y he aquí, he conferido grandes bendiciones sobre tu cabeza.

B. Sin embargo, has conocido mucha tristeza, porque me has rechazado muchas veces a causa del orgullo y los afanes del mundo.

C. Pero, he aquí, los días de tu liberación han llegado, si escuchas mi voz que te dice: Levántate y sé bautizado, lávate de tus pecados, invocando mi nombre, y recibirás mi Espíritu y una bendición mayor que jamás hayas conocido.

D. Si haces esto, te he preparado para una obra mayor.

E. Predicarás la plenitud de mi evangelio que he enviado en estos últimos días; el pacto que he enviado para restablecer a mi pueblo, que es de la casa de Israel.

4

A. Acontecerá que el poder reposará sobre ti; tendrás gran fe y estaré contigo e iré delante de tu faz.

B. Eres llamado para trabajar en mi viña, edificar mi Iglesia, y establecer a Sión, para que se regocije en los collados y florezca.

C. He aquí, de cierto, de cierto te digo que no eres llamado para ir a las tierras del este del país, sino que eres llamado para ir al estado de Ohio.

D. En cuanto mi pueblo se congregue en Ohio, he reservado una bendición tal que no se conoce entre los hijos de los hombres, y será vertida sobre sus cabezas. De allí saldrán los hombres a todas las naciones.

5

A. He aquí, de cierto, de cierto te digo que la gente de Ohio me suplica con mucha fe, pensando que detendré mi mano en el juicio contra las naciones, pero no puedo negar mi palabra; por lo tanto trabaja con toda tu fuerza y llama a mi viña obreros que sean fieles, para que la poden por la última vez.

B. Si se arrepienten y reciben la plenitud de mi evangelio, y se santifican, detendré mi mano en el juicio. Así pues, sal proclamando en alta voz, diciendo: El reino de los cielos se acerca. ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Dios Altísimo!

C. Ve, bautizando en agua y preparando el camino delante de mi faz, para la hora de mi venida; porque el momento está cerca; nadie sabe ni el día, ni la hora; mas de cierto llegará. Los que reciben estas cosas me reciben a mí; y serán reunidos conmigo en esta vida y por la eternidad.

6

Además, sucederá que a cuantos bautices en agua, les impondrás las manos y recibirán el don del Espíritu Santo, y esperarán las señales de mi venida, y me conocerán. He aquí, vengo presto. Así sea. Amén.