Sección 50

1

A. Escuchad, oh vosotros los ancianos de mi Iglesia y estad atentos a la voz del Dios viviente. Puesto que lo habéis solicitado y estáis de acuerdo tocante a la Iglesia y a los espíritus que se han divulgado por la tierra, prestad atención a las palabras de sabiduría que os serán dadas.

B. He aquí, de cierto os digo, que hay muchos espíritus que son falsos, los cuales se han esparcido por la tierra, engañando al mundo. También Satanás ha procurado engañaros, para poder destruiros.

2

A. He aquí, yo el Señor, os he observado, y he visto abominaciones entre los de la Iglesia que profesan mi nombre; empero benditos son los que son fieles y perseveran, sea en vida o en muerte, porque éstos heredarán la vida eterna.

B. Pero ¡ay de aquéllos que son engañadores e hipócritas! Porque, así dice el Señor: Los traeré a juicio.

3

A. He aquí, de cierto os digo: Entre vosotros hay hipócritas que han engañado a algunos, lo cual ha dado poder al adversario; pero, he aquí tales serán restaurados;

B. Mas los hipócritas serán descubiertos y cortados, sea en vida o en muerte, según mi voluntad; y ¡ay de los que son cortados de mi Iglesia! Porque éstos son vencidos por el mundo.

C. Por tanto, cuídese cada cual, no sea que haga lo que no es recto y verdadero ante mí.

4

A. Ahora venid, dice el Señor por el Espíritu a los ancianos de Su Iglesia, y razonemos juntos para que entendáis. Razonemos tal como un hombre razona con otro, cara a cara.

B. Ahora bien, cuando el hombre razona, es comprendido del hombre, porque razona como hombre; así mismo yo, el Señor, razonaré con vosotros para que podáis comprender. Por tanto, yo, el Señor, os hago esta pregunta: ¿Con qué fin fuisteis ordenados?

C. Para predicar mi evangelio por el Espíritu, o sea el Consolador, que fue enviado para enseñar la verdad. Entonces recibisteis espíritus que no pudisteis comprender, y los recibisteis como si fueran de Dios; ¿y en esto estáis justificados?

D. He aquí, vosotros mismos contestaréis a esta pregunta. Sin embargo, seré misericordioso para con vosotros; quien de entre vosotros es débil, después será fortalecido.

5

A. Ahora os pregunto: ¿De qué manera predica el que es ordenado de mí y enviado por el Consolador a predicar la palabra de verdad, en el Espíritu de Verdad? ¿Predica él por el Espíritu de Verdad, o de alguna otra manera? Si es de alguna otra manera, no es de Dios.

B. Asimismo, el que recibe la palabra de verdad, ¿la recibe por el Espíritu de Verdad, o de alguna otra manera? Si es de alguna otra manera, no es de Dios.

C. Por consiguiente, ¿cómo es que no podéis comprender y saber que quien recibe la palabra por el Espíritu de Verdad, éste la recibe tal como es predicada bajo el Espíritu de Verdad?

6

A. Así, el que la predica y el que la recibe se comprenden al uno al otro, y ambos son edificados, y se regocijan juntamente.

B. Lo que no edifica, no es de Dios, y es tinieblas. Lo que es de Dios es luz, y el que recibe luz, y persevera en Dios, recibe más luz, y esa luz brilla más y más hasta el día perfecto.

C. Además, de cierto os lo digo para que conozcáis la verdad, a fin de que podáis desechar las tinieblas de entre vosotros. Quien es ordenado y enviado de Dios, el tal es nombrado para ser el mayor, a pesar de ser el menor y el siervo de todos.

D. Por lo tanto, él es poseedor de todas las cosas, porque todas las cosas le están sujetas, tanto en los cielos como en la tierra, la vida, la luz, el Espíritu y el poder, que son enviados por la voluntad del Padre mediante Jesucristo, Su Hijo.

E. Nadie poseerá todas las cosas a no ser que fuere purificado y limpiado de todo pecado. Si sois purificados y limpiados de todo pecado, pediréis lo que quisiereis en el nombre de Jesús, y os será hecho.

F. Sin embargo entended esto: Os será revelado lo que habéis de pedir, y conforme a que vosotros fuereis nombrados a la cabeza, los espíritus os quedarán sujetos.

7

A. Por lo tanto, sucederá que si veis que se manifiesta un espíritu que no podéis comprender, y no recibís aquel espíritu, suplicaréis al Padre en el nombre de Jesús, y si El no os da ese espíritu, entonces sabréis que no es de Dios;

B. Y os será dado poder sobre ese espíritu; y proclamaréis en voz alta contra aquel espíritu, diciendo que no es de Dios;

C. No con acusaciones injuriosas, para que no seáis vencidos; ni con jactancia, ni regocijo, ni que vosotros seáis apoderados de tales cosas.

D. Aquéllos que entre vosotros reciben de Dios, que lo acrediten a Dios, y regocíjense de que Dios les considera dignos de recibir; escuchando y haciendo estas cosas que habéis recibido, y las que después recibiréis.

E. El Padre os ha dado el reino, y el poder de vencer todas las cosas que no son instituidas de Él.

F. He aquí, de cierto os digo: Benditos sois vosotros, los que ahora escucháis estas palabras mías de la boca de mi siervo, porque vuestros pecados os son perdonados.

8

A. Que mi siervo José Wakefield, con quien estoy bien complacido, y mi siervo Parley P. Pratt vayan entre las congregaciones de la Iglesia para fortalecerlas por la palabra de exhortación

B. Que vayan también mi siervo Juan Corrill, y cuantos de mis siervos sean ordenados a este oficio, y trabajen en la viña; y que nadie les impida hacer lo que les he indicado.

C. Por lo tanto, en esto, no queda justificado mi siervo Eduardo Partridge; no obstante que se arrepienta, y será perdonado.

D. He aquí, sois cual niños pequeños, y por ahora no podéis sobrellevar todas las cosas; debéis crecer en gracia y en el conocimiento de la verdad.

E. No temáis, niñitos, porque sois míos, y yo he vencido al mundo, y vosotros sois de aquéllos que el Padre me ha dado; y ninguno de los que el Padre me ha dado se perderá.

F. El Padre y yo somos uno; yo estoy en unión con el Padre, y el Padre está en unión conmigo; y por cuanto me habéis recibido, estáis en unión conmigo, y yo con vosotros; por lo tanto estoy en medio de vosotros.

G. Soy el buen pastor, y la Roca de Israel. El que edificare sobre esta Roca nunca caerá; y vendrá el día en que oiréis mi voz y me veréis, y sabréis que yo soy. Velad, pues, para que estéis preparados. Así sea. Amén.