Sección 6

1

A. Una obra grande y maravillosa está a punto de aparecer entre los hijos de los hombres.

B. He aquí, yo soy Dios; escuchad atentamente mi palabra, que es viva, eficaz y más aguda que una espada de dos filos, y capaz de dividir en dos no sólo las coyunturas, sino también los tuétanos;

C. Por consiguiente, prestad atención a mi palabra.

2

A. He aquí, el campo ya esta blanco, listo para la siega; por tanto, quien quisiere segar, que meta su hoz con fuerza y siegue mientras dure el día, a fin de que pueda así atesorar para su alma la salvación sempiterna en el reino de Dios.

B. Sí, quienquiera que meta su hoz y siegue, aquél es llamado de Dios.

C. Por lo tanto, si me pidiereis, recibiréis; si llamareis, se os abrirá.

3

A. Ahora bien, como me lo habéis pedido, he aquí, os digo: Guardad mis mandamientos y esforzaos en poner de manifiesto y establecer la causa de Sión.

B. No procuréis riquezas, sino sabiduría; y he aquí, los misterios de Dios os serán revelados, y entonces seréis ricos.

C. He aquí, quien tiene la vida eterna es rico.

4

A. De cierto, de cierto os digo, que os será hecho de acuerdo con lo que de mí deseáis; y si lo deseáis, seréis el instrumento por el cual se hará mucho bien en esta generación.

B. No prediquéis nada más que el arrepentimiento a esta generación; guardad mis mandamientos, y ayudad a establecer mi obra, según mis mandamientos, y seréis bendecidos.

5

A. He aquí, tienes un don, y bendito eres a causa de tu don.

B. Recuerda que es sagrado y viene de lo alto; y si inquieres, conocerás misterios que son grandes y maravillosos;

C. Por lo tanto, emplearás tu don para descubrir misterios, con el fin de traer a muchos al conocimiento de la verdad; si, convencerles del error de sus caminos.

D. No des a conocer tu don a nadie, salvo a los que sean de tu fe. No tengas en poco las cosas grandes.

E. Sí, si hicieres el bien, y permanecieres fiel hasta el fin, serás salvo en el reino de Dios, que es el mayor de todos los dones de Dios; porque no hay don más grande que el don de la salvación.

6

A. De cierto, de cierto te digo, bendito eres por lo que has hecho, porque me has inquirido, y he aquí, siempre que lo has hecho, has recibido instrucción de mi Espíritu.

B. Si así no hubiera sido, no habrías llegado al lugar donde ahora estas.

7

A. He aquí, tú sabes que me has inquirido, y yo iluminé tu mente; y ahora te digo estas cosas para que sepas que has sido iluminado por el Espíritu de Verdad;

B. Sí, te lo digo para que sepas que Dios es el único que conoce tus pensamientos y las intenciones de tu corazón.

C. Te digo estas cosas para que te sirvan de testimonio de que las palabras, o la obra, que has estado escribiendo son verdaderas.

8

A. Sé diligente, pues, apoya fielmente a mi siervo José en cualquier circunstancia difícil en que se hallare, a causa de mi palabra.

B. Amonéstale en sus faltas y recibe también de él amonestación.

C. Sé paciente; sé serio; sé templado; ten paciencia, fe, esperanza y caridad.

9

A. He aquí, tú eres Oliverio, y te he hablado a causa de tus deseos; por lo tanto, atesora estas palabras en tu corazón.

B. Sé fiel y diligente en guardar los mandamientos de Dios, y te rodearé con los brazos de mi amor.

10

A. He aquí, yo soy Jesucristo, el Hijo de Dios.

B. Soy el mismo que vine a los míos y los míos no me recibieron.

C. Soy la luz que brilla en las tinieblas y las tinieblas no prevalecen contra ella.

11

A. De cierto, de cierto te digo, si quieres un testimonio adicional, piensa en la noche en que clamaste a mi en tu corazón con el fin de saber la verdad de estas cosas; ¿no hablé paz a tu alma con respecto al asunto?

B. ¿Qué mayor testimonio puedes tener que el que viene de Dios?

C. He aquí, has recibido un testimonio, pues si te he dicho cosas que ningún hombre sabe, ¿no has recibido un testimonio?

D. He aquí, si me lo pides, te otorgaré un don para traducir aun como mi siervo José.

12

A. De cierto, de cierto te digo que hay escritos que contienen mucho de mi evangelio, los cuales han sido reservados a causa de la iniquidad del pueblo;

B. Y ahora te mando, que si tienes buenos deseos, el deseo de hacerte tesoros en los cielos, en tal caso, que ayudes con tu don a sacar a la luz aquellas partes de mis Escrituras que han sido escondidas a causa de la iniquidad.

13

A. He aquí os doy, a ti, y también a mi siervo José, las llaves de este don, que aclarará este ministerio.

B. Por boca de dos o tres testigos será establecida toda palabra.

14

A. De cierto, de cierto os digo: Si rechazan mis palabras y esta parte de mi evangelio y ministerio, benditos sois, porque no pueden haceros más a vosotros que a mí;

B. Y aun si hacen con vosotros lo que hicieron conmigo, benditos sois, porque moraréis conmigo en la gloria.

C. Mas si ellos no rechazan mis palabras, que serán establecidas por el testimonio que será dado, benditos son; y entonces tendréis gozo en el fruto de vuestras labores.

15

A. De cierto, de cierto os digo, como dije a mis discípulos:

B. Donde están congregados dos o más en mi nombre, estando unidos en un sólo propósito, he aquí allí estaré yo en medio de ellos; tal como estoy ahora en medio de vosotros.

C. No temáis hacer el bien, hijos míos, pues cualquier cosa que sembréis, eso también segaréis.

D. Por lo tanto, si sembráis el bien, del mismo modo segaréis el bien como recompensa vuestra.

16

A. Así pues, no temáis, manada pequeña; haced el bien, aunque la tierra y el infierno se conjuren contra vosotros, ya que, si estáis edificados sobre mi Roca, no pueden prevalecer.

B. He aquí, no os condeno; seguid vuestros caminos y no pequéis más. Ejecutad con seriedad la obra que os he mandado; dirigíos a mí en todo pensamiento, no dudéis, no temáis.

C. Mirad las heridas que abrieron en mi costado, y también las señales de los clavos en mis manos y en mis pies; sed fieles; guardad mis mandamientos, y heredaréis el reino de los cielos. Amén.