1
A. He aquí, así dice el Señor a mi siervo Guillermo E. McLellin: Bendito eres, puesto que te has arrepentido de tus iniquidades y has recibido mis verdades, dice el Señor, tu Redentor, el Salvador del mundo, aun de todos cuantos creen en mi nombre.
B. De cierto te digo: Bendito eres por haber recibido mi pacto sempiterno, o sea, la plenitud de mi evangelio, enviado a los hijos de los hombres para que tuviesen vida y fuesen hechos participes de las glorias que han de ser reveladas en los postreros días, tal como lo escribieron los profetas y los apóstoles de la antigüedad.
2
A. De cierto te digo Guillermo siervo mío, que estás limpio, pero no del todo; arrepiéntete, pues, de las cosas que no son agradables ante mí, dice el Señor, porque Él te las mostrará.
B. Ahora, de cierto, yo, el Señor, te enseñaré lo que deseo respecto a ti, o lo que es mi voluntad en lo tocante a ti; he aquí, de cierto te digo que es mi voluntad que proclames mi evangelio de país en país y de ciudad en ciudad; sí, que lo proclames en aquellas regiones circundantes donde no haya sido proclamado.
3
A. No te detengas muchos días en este lugar; ni subas todavía a la tierra de Sión; pero todo cuanto puedas enviar, envíalo; además de esto, no te preocupes más de tus bienes.
B. Ve a las tierras del este del país; da testimonio en todo lugar, a todo pueblo, y en sus templos; razonando con la gente.
4
Deja que mi siervo Samuel H. Smith vaya contigo; no le abandones, y dale tus instrucciones. El que fuere fiel será fortalecido en todo lugar; y yo, el Señor, iré con vosotros.
5
A. Impón tus manos a los enfermos, y sanarán. No vuelvas hasta que yo, el Señor, te lo mande.
B. Ten paciencia en la aflicción.
C. Pide y recibirás. Llama y se te abrirá. Procura no enredarte.
D. Desecha toda iniquidad.
E. No cometas adulterio, una tentación que te ha molestado.
F. Guarda estas palabras, porque son verdaderas y fieles, y desempeñarás bien tu oficio, e impulsarás a mucha gente hacia Sión, con cánticos de gozo sempiterno sobre sus cabezas.
G. Persevera en estas cosas, aun hasta el fin, y recibirás una corona de vida eterna a la diestra de mi Padre, quien es lleno de gracia y de verdad.
H. De cierto, así dice el Señor tu Dios, tu Redentor, aun Jesucristo, Amén.