Sección 70

1

A. Mirad y escuchad, oh habitantes de Sión y todos vosotros, pueblo de mi Iglesia que estáis lejos, y oíd la palabra del Señor que doy a mi siervo José Smith, hijo, y también a mi siervo Martín Harris, así como a mis siervos Oliverio Cowdery, Juan Whitmer, Sidney Rigdon, y Guillermo W. Phelps, por vía de mandamiento para ellos, porque yo les doy un mandamiento.

B. Escuchad y oíd, porque así les dice el Señor: Yo el Señor, los he designado y nombrado mayordomos de las revelaciones y mandamientos que les he dado, y también los que en el futuro les daré.

C. En el día del juicio les exigiré cuentas de esta mayordomía; por lo tanto, ésta es su obra que les he designado en la Iglesia de Dios: Administrar estas cosas y lo concerniente a ellas; aun los beneficios de ella.

2

A. Por lo tanto, un mandamiento les doy, que no den estas cosas a la Iglesia ni al mundo.

B. No obstante, si reciben más de lo que sea necesario para sus necesidades y menesteres, ha de ser entregado a mi depósito, y los beneficios se consagrarán a los habitantes de Sión y a sus generaciones, si llegan a ser herederos de conformidad con las leyes del reino.

3

A. He aquí, esto es lo que el Señor requiere de cada hombre en su mayordomía, tal como yo, el Señor, le he indicado, o en adelante lo indicaré a cualquier hombre.

B. He aquí, ninguno de los que pertenecen a la Iglesia del Dios viviente quede exento de esta ley; sí, ni el obispo, ni el agente que guarda el depósito del Señor; ni el que es nombrado mayordomo de las cosas temporales.

C. El que es designado para administrar las cosas espirituales es digno de su salario, así como los que son nombrados a una mayordomía para administrar las cosas temporales; sí, aun más abundantemente, con abundancia que les es multiplicada por las manifestaciones del Espíritu.

D. No obstante, seréis iguales en vuestras cosas temporales, y esto no ha de ser de mala gana, pues de no ser así se retendrá la abundancia de las manifestaciones del Espíritu.

4

A. Ahora bien, he dado este mandamiento a mis siervos para su beneficio, mientras permanezcan en mi servicio, como manifestación de mis bendiciones sobre sus cabezas, así como en recompensa por su diligencia, y para su seguridad en alimento y en vestido, por heredad;

B. En casas y terrenos, en cualquier circunstancia que yo, el Señor, los colocare; y dondequiera que yo, el Señor, los enviare, porque han sido fieles sobre muchas cosas, y han hecho bien, por cuanto no han pecado.

C. He aquí, yo, el Señor, soy misericordioso y los bendeciré, y entrarán en el gozo de estas cosas. Así sea. Amén.