Sección 51

1

A. Escúchame, dice el Señor tu Dios, y hablaré a mi siervo Eduardo Partridge, y le daré instrucciones; porque es preciso que reciba instrucciones sobre la manera de organizar a esta gente, pues es necesario que sean organizadas de acuerdo con mis leyes, ya que de lo contrario serán cortadas;

B. Por lo tanto, que mi siervo Eduardo Partridge y los que él ha escogido, con quienes estoy muy complacido, les asignen a esta gente sus porciones, a cada hombre adecuadamente, según su familia, conforme a sus circunstancias, sus necesidades y sus menesteres.

C. Que mi siervo Eduardo Partridge, al asignar a alguien su porción, le expida una escritura que le asegure su porción, a fin de que retenga este derecho y esta heredad en la Iglesia, a no ser que transgrediere, y el voto de la Iglesia, de acuerdo con las leyes y pactos de la misma, ya no le considerare digno de pertenecer a la Iglesia.

D. Si transgrediere, y no se le estimare digno de continuar perteneciendo a la Iglesia, no tendrá el poder para reclamar la parte que haya consagrado al obispo para los pobres y necesitados de mi Iglesia;

E. Por lo tanto, no retendrá lo que él haya dado, sino que sólo podrá reclamar aquella parte que haya recibido por escritura. Y así se confirmarán las cosas de acuerdo con las leyes del país.

2

A. Que se dé a esta gente lo que les pertenece; y nómbrese un agente para que recoja el dinero que les sobre a esta gente. Y así suministrar con ello alimentos y vestidos según las necesidades de cada uno.

B. Que todos entre este pueblo se conduzcan honradamente, tengan derechos iguales, y reciban lo justo, para que así seáis uno, tal como os lo he mandado.

3

A. No permitáis que lo que pertenece a esta congregación le sea quitado y dado a otra congregación de la Iglesia.

B. Por consiguiente, si otra congregación quiere recibir dinero de ésta, que se lo devuelva según lo que ambas convinieren.

C. Esto se hará por medio del obispo, o de su agente, quien ha de ser aprobado por el voto de la Iglesia.

4

A. Además, que el obispo establezca un depósito para esta congregación, y que todas las cosas, tanto en dinero como en alimentos que excedan las necesidades de este pueblo, sean guardadas en manos del obispo.

B. Que él retenga algo para sí mismo, para sus necesidades y las de su familia, en tanto que esté ocupado en esta responsabilidad.

C. Así concedo a esta gente el privilegio de organizarse conforme a mis leyes; y les consagro esta tierra por un poco de tiempo, hasta que yo, el Señor, les proporcionare otro lugar y les mandare ir allá; y ni la hora ni el día les son indicados.

D. Así pues, que se establezcan en esta tierra como si fueran a vivir en ella durante muchos años, y redundará en provecho de ellos.

5

A. He aquí, esto servirá de ejemplo a mi siervo Eduardo Partridge, para otros lugares, en todas las congregaciones de la Iglesia.

B. Quien fuere hallado un mayordomo fiel, justo y prudente, entrará en el gozo del Señor, y heredará la vida eterna.

C. De cierto te digo: Soy Jesucristo, el que viene pronto, a la hora que no penséis. Así sea. Amén.